Al momento de decidir crear una página web, nos topamos con cientos de conceptos desconocidos. Aunque, esto no es un problema, ya que el aprendizaje es parte del camino al éxito. Lo importante es tener la mejor actitud para empezar a ser un “máster” en desarrollo web. Bueno…quizás no un experto… pero, al menos, serás capaz de reconocer los conceptos básicos con los que vas a involucrarte, si es que deseas mostrar tu negocio a través de un sitio web. El día de hoy, el protagonista es el “hosting”. A continuación, vamos a descubrir el significado de este término. Una vez conociéndolo, podremos seleccionar criterios que nos permitan elegir qué tipo de hosting nos conviene al momento de montar nuestro sitio web.
Si ya estás inmerso en el mundo digital, te planteo la siguiente analogía. Imagínate la cantidad de fotos que tienes guardadas en tu celular. Ahora, debes guardar todas esas imágenes (porque la memoria de tu celular está llena…) en un lugar donde puedan alojarse y permanecer de manera segura, sin temor a perderlas. Probablemente, una opción es guardarlas en una memoria USB. De ahora en adelante, cada vez que quieras revisar una foto podrás ubicarlas en este servicio de almacenamiento. ¿Se va comprendiendo?
El hosting funciona de forma similar: permite el alojamiento de tu página web para que usuarios de cualquier parte del mundo puedan acceder a ella en todo momento. Sin el USB, se pierden las fotos; al igual, sin hosting, no hay sitios webs. Este servicio es un requisito para que tu página web sea expuesta a través del Internet. Por lo tanto, si estás pensando en desarrollar una web para tu negocio, es indispensable considerar algunos aspectos importantes del hosting.
Primera pregunta: ¿En serio necesito un hosting?
¡De seguro que sí! Si deseas abrir un blog, publicar en Internet, desarrollar tu tienda virtual (por citar algunos ejemplos) es imprescindible recurrir a un hosting web. ¿Recuerdas que hablamos de dominio en un artículo anterior? Para que veas que todo está directamente relacionado, al registrar el dominio de tu página web, deberás adquirir un buen hosting, ya que de nada sirve tener solo el nombre si nunca podrás proyectarlo en Internet. Pensando en eso, es altamente recomendable evaluar las mejores opciones teniendo en consideración lo que todo buen hosting debe presentar.
Tipos de hosting reconocidos
Así como existen diferentes modelos de USB para guardar tus fotos (¡ahora incluyen diseños!), también, podemos hablar de distintos tipos de alojamiento. La elección del hosting dependerá de lo que resulte más beneficioso para el negocio que estás emprendiendo. Revisa en este pequeño apartado algunas opciones:
- Hosting compartido
El nombre anticipa la principal característica de este servicio de alojamiento: se trata de un hosting que cumple con almacenar más de un sitio web en un mismo servidor. Este es uno de los tipos más adquiridos, ya que es un recurso más accesible económicamente. No obstante, presenta ciertas desventajas al ser un servicio compartido, ya que los datos que se guardan en un mismo servidor pueden ser distribuidos a recursos externos. Una mala gestión podría perjudicar a todos los alojamientos.
- Servidores virtuales privado
Siempre debemos ser precavidos en términos de seguridad web. Este tipo de hosting posee un mayor grado de confianza respecto al hosting compartido, puesto que la cuenta del servidor es exclusiva del propietario, lo que le permite trabajar libremente. Aunque, es importante tener en cuenta que esta es una opción menos económica que la anterior.
- Cloud hosting
Es común el uso del servicio en la nube en tiendas virtuales y sitios webs corporativos. Este recurso de alojamiento se caracteriza por la interconexión de servidores (clústeres) en “la nube”. Un elemento esencial de este tipo de hosting es la posibilidad de acceder, desde cualquier servidor disponible, al contenido habilitado en la web. Esto quiere decir que si uno de ellos falla, el servicio se mantiene operante a través de otro clúster activo.
Ahora, necesitamos enfocarnos en los elementos indispensables que debe poseer nuestro hosting, a fin de que nuestra web quede en muy buenas manos y funcione de forma estupenda. Esto garantizará la protección del contenido creado para tu web.
I. ¿Qué opinan los demás?
¡Primero y más importante! Debes revisar continuamente información de foros y sitios web (como
MoodWebs ) respecto a las valoraciones de los usuarios sobre un determinado hosting. Tienes que ser muy cuidadoso con los datos que circulan en Internet, así que trata de verificar la reputación de un buen hosting, a través de páginas con alto grado de confiabilidad.
II. Almacenamiento seguro
Asegúrate de que tu servicio de hosting provea copias de seguridad frecuentes, de esta forma, estarás prevenido y con una mayor defensa ante cualquier ciberataque. En este punto hay que agregar que no es muy confiable adquirir hostings gratuitos, puesto que no garantizan los famosos “backups”. Nadie puede darse el lujo de perder todo por lo que ha trabajado. ¡Prevenir antes que lamentar!
III. Carga rápido, avanza rápido
¡Que tedioso cuando nos quedamos esperando a que una página cargue! A nadie le gusta esperar, y tampoco vas a querer eso para tus clientes. Además, ¿qué es lo que haces cuando no carga la web? Bueno… creo que pensamos igual… simplemente cerramos el contenido. Entonces, no esperes a que te ocurra lo mismo. Un requisito esencial para elegir un buen hosting es verificar la calidad de velocidad del servidor y el acceso a Internet del hosting seleccionado. Una recomendación altamente conocida es examinar el uso de discos SSD al momento de la elección del hosting, puesto que mejora la velocidad de la página y, así, asegura una carga rápida.
IV. Una ayuda siempre es necesaria
Algunas veces no sabemos cómo resolver problemas que deben ser solucionados por un equipo técnico. Un buen hosting debe garantizarte -siempre- un soporte técnico de calidad. Por ello, asegúrate de contratar un servicio que cuente con este servicio 24/7/365. ¡Revisa bien las condiciones del contrato!