Has decidido crear tu sitio web, pero no sabes por dónde empezar. Tranquilo, para eso, te acompañamos paso a paso en este nuevo emprendimiento. Lo primero que debes saber es que la creación de una página web tiene como uno de sus elementos centrales la elección del nombre, es decir, un dominio web.
Al igual que cuando nombramos a nuestra nueva mascota o un peluche, esta decisión es crucial, puesto que el elemento, objeto o ser nombrado será reconocido de esa manera. Los clientes percibirán tu marca a través de su nombre.
Utilizando términos técnicos, el dominio es el nombre que recibirá nuestra página web. Por tal razón, estamos aquí ante una decisión determinante. No queremos sufrir de una crisis de identidad ¿no? Definitivamente no, por lo tanto, el dominio que elijas debe tener personalidad, autonomía y sobre todo, ¡originalidad!
El nombre estará comprendido por dos elementos esenciales. Primero, el nombre como tal, por ejemplo «mi sitio web». Y, segundo, la extensión: «.com». Así, nuestro dominio en internet será «misitioweb.com». ¡Listo!
Pero, espera… ¿no creerás que así de fácil se crea un nombre para tu sitio web? Esta elección lleva mucho tiempo de reflexión, averiguación y verificación. Esto significa que, para finalmente delimitar el dominio de tu sitio web, debes meditar acerca del nombre que te gustaría que represente a tu marca. Luego, deberás investigar opciones que coincidan con tu forma de ver tu negocio (buscar términos nuevos, frases de tendencia, etc).
Finalmente, tendrás que verificar que el nombre elegido no hay sido registrado por la competencia, ya que -en ese caso- no podrás utilizarlo. ¿Ves que no es tan sencillo? ¡Pero tampoco imposible! Gracias a los siguientes tips, estamos seguros de que encontrarás el dominio perfecto para tu sitio web. ¡Muy atento! Al final, la decisión está en ti. Comencemos…
1. Expresa tu visión
¡Primero y más importante! Debemos tener muy en claro las respuestas a estas preguntas: ¿Qué tipo de negocio quiero lanzar? ¿Cuáles son mis objetivos? ¿Qué deseo mostrar a mis clientes? Si puedes responder a estas interrogantes con facilidad, ¡genial!, ya avanzaste un 50% de tu meta. Recuerda que el nombre debe expresar la esencia de tu marca.
Toda la información referente a la misión y visión de la empresa debe estar condensada en tu nombre. Tomemos como un ejemplo ilustrativo a MoodWebs. Si eres curioso, de hecho te has cuestionado el porqué de este nombre, ¿qué significa mood? Bueno, el secreto será develado… La traducción de “mood” al español es estado de ánimo. La misión de nuestra empresa es lograr captar aquellas emociones, sensaciones y expectativas de los clientes, por medio del desarrollo de su página web.
Cada diseño presenta un “mood”: la esencia del cliente. El mensaje que encierra el dominio es claro. Por lo tanto, si no cuentas con los objetivos delimitados, es probable que resulte más complicado seleccionar un buen nombre. Ya tienes tu primera tarea: contestar a las preguntas planteadas más arriba.
¿Preparado para el segundo paso?
2. Menos es más
Como es natural, nuestra memoria tiende a retener mejor aquellos nombres que resultan sencillos y no tienen tanta terminología técnica. Es por eso que -para que tus clientes encuentren con facilidad tu dominio- debes tomar en cuenta que debe ser súper atractivo, pero -al mismo tiempo- ¡memorable! ¿Cómo logramos esto? Con las tres R’s: el dominio debe ser fácil de Reproducir, Redactar y Recordar.
Primero, los usuarios no deben tener complicaciones al momento de pronunciar el nombre de tu dominio. Si es que el cliente encuentra muy complejo repetir el nombre de tu sitio web, probablemente lo olvide rápido. Segundo, el usuario no tiene que presentar problemas al escribir el dominio de tu sitio web; a esto nos referimos con “fácil de redactar”. Si el nombre es complejo, entonces el cliente presentará problemas cuando quiera iniciar una búsqueda y deba escribir el nombre de tu web, quizás se olvide una letra, una combinación de sílabas. ¡Esto no puede suceder!
Los dos primeros tips nos garantizarán que el nombre sea fácil de recordar. Teniendo ya un dominio que es fácil de reproducir y redactar, el usuario podrá recordarlo sin complicaciones.
Solo letras
Es preferible evitar cualquier uso de números, símbolos, acentos o caracteres específicos de un país. Tomemos como ejemplo el uso del “acento”. ¿Recuerdas el nombre de algún sitio web que lleve acento? Mmm no, ¿verdad? Esto se debe a que no suelen registrarse. Los usuarios en Internet tienden a utilizar la inmediatez comunicativa, por lo que es normal que eviten el uso de las tildes. En realidad, es simplemente una cuestión ortográfica. Además, en estas épocas es tan raro el uso del acento que nos hemos acostumbrado a realizar nuestras búsquedas sin este elemento gráfico. Por otro lado, es igual de recomendable evitar en cierta medida el uso de números y guiones, ya que son difíciles de recordar. Tan solo imagina tener que recordar el siguiente dominio: 4ever-tecnología.com. No es un mal nombre, pero es mejor prevenir la sobrecarga de información para nuestros potenciales clientes.
3. Revisa la autenticidad
Puedes haber elegido un nombre mega atractivo como dominio, pero, ¿qué pasaría si este ya está siendo usado por la competencia? Lamento decirte que puede pasar. Advertidos de esta situación, lo primero que debemos hacer -cuando ya tenemos listo el nombre de nuestra página web- es ir con velocidad luz a consultar si el dominio está disponible. Esto puede verificarse de forma sencilla en una plataforma de venta de dominios. Si encuentras que el nombre que elegiste ya ha sido registrado, pues ni modo, deberemos aceptar que los derechos de autoría pertenecen a otra persona. En ese momento, deberás repetir nuevamente los pasos para encontrar un nombre incluso más deslumbrante.
Por otro lado, si aún no ha sido registrado, ¡apura el paso! Obtén los derechos del dominio y prosigue con el desarrollo de tu página web. Contáctate con nosotros para asesorarte en estos pasos ¡Los éxitos aguardan!
